Dentro de la filosofía del YOGA, la mente, el cuerpo y el espíritu forman una unidad. Si nos detenemos un momento a contemplarnos nos percataríamos de la sensación de estar escindidos. Nuestro pensar, sentir y hacer parecen haber tomado diferentes caminos, de ahí que nos percibamos faltos de armonía y bienestar. Con la practica constante de YOGA vamos tomando gradual consciencia de esta interrelación. Vamos comprobando que desde el cuerpo, desde la experiencia tangible, podemos reprogramar nuestras falsas ideas mentales. Cada asana va dejando su huella de entendimiento y una nueva percepción de nosotros mismos que se va actualizando en cada nueva práctica.
